Entre las tradiciones que hemos recuperado se encuentra la fiesta de San Antonio, una festividad que durante generaciones ha sido un punto de encuentro y devoción.
El 13 de junio se celebra la festividad de San Antonio, santo que nació en Lisboa en 1195 y murió en Padua en 1231.
Disponemos de información documentada que existe en San Cristóbal una antigua cofradía cuyos hermanos, devotos de San Antonio, celebran una importante fiesta dicho 13 de junio. Dicha información se remonta a 1884. Desde tan lejanos días, el día de su onomástica se saca al Santo en procesión por las calles del pueblo acompañados de dulzaina y tamboril.
Suele ser habitual danzar al ritmo de la jota que los dulzaineros tocan. En ocasiones se disputa «el tronco», esto es, estar bailando los primeros a continuación del Santo, y mantener esta posición jota tras jota, hasta el final del recorrido cuando se vuelve de nuevo a la iglesia.
Tras la procesión, se va a la casa del «mayordomo», hermano que ese año se encarga de organizar el festejo. Cada año es uno distinto, por riguroso orden, e invita a merendar a los demás hermanos. Al resto del pueblo se le invita a limonada y a bollos.
Existe información documentada de la cofradía desde 1884. Se trata del Libro de los Cabildos de la Cofradía de San Antonio de Padua. En dichas actas aparecen las cuentas, por años, que se rendían a la aprobación de todos los hermanos. Dichas cuentas están firmadas por el Mayordomo saliente, el entrante y el Abad.. Estremece echar la vista al año y acordarse de las épocas difíciles: 1898, 1916, 1936, 1941, entre otras, y encontrarse con el nombre de tu abuelo, tu bisabuelo, …
En algunas de estas actas aparecen hechos curiosos, como lo que pagaba cada hermano, o lo que costaba la célebre torta de piñones y las proporciones de miel y piñón que esta debe tener; como curiosidad decir por ejemplo que en 1888 su coste fue de 23 pesetas siendo mayordomo Felipe Zarzuela, de 171.60 pesetas en 1930 siendo mayordomo Adolfo Sanz, y en 1983 ascendió su coste a las 27000 pesetas, siendo mayordomo ese año Teófilo Sanz.
Otra curiosidad es el precio de la música que acompañaba en la procesión. Los dulzaineros de principios del siglo veinte cobraban 10 pesetas por sus servicios. Ya en 1920 cobraban cuatro duros (20 pesetas o 12 céntimos de euro). En 1950 costaba la música 250 pesetas y en 1982 ascendió hasta 15000.
Curioso y sorprendente es la cuota de entrada en la cofradía, en 1921 estaba fijaba en 1 peseta (¡menos de un céntimo de euro!)
En el año de 1921, a fecha de 15 de mayo, aparece un documento excepcional. Se trata de la Constitución de la Cofradía de San Antonio de Padua. Transcribimos literalmente sus nueve artículos:
COFRADÍA DE SAN ANTONIO DE PADUA
CONSTITUCIONES
Primera.- Todos los años se reunirán los hermanos el día de san Isidro, 15 de mayo, en pleno Cabildo, que presidirá el señor cura que regente esta parroquia en concepto de Abad, para hacer ofrecimiento de mando por llevar al Santo en las Procesiones que se celebren y por sacarle y meterle en el templo, cuya asistencia al acto será obligatoria, bajo pena o multa de cincuenta céntimos.
Segunda.- Todos los años se hará también novena al Santo en los nueve días inmediatos y anteriores al trece de junio, para cuyos actos no hay pena.
Tercera.- Cada año, el día trece de junio, festividad del Santo, habrá misa y procesión solemnes y el día anterior o el mismo día por la tarde, vísperas a cuyos actos tampoco será forzosa la asistencia, si bien se considera se preste, salvo causas justas. En el día de la festividad, se tendrá sermón a la misa y por todos los derechos cobrará el señor cura la suma que hoy viene establecida, o bien la que por conformidad pudiera señalarse nuevamente: treinta y siete pesetas y cincuenta céntimos.
Cuarta.- Al siguiente día catorce, se aplicará misa por los hermanos difuntos y será obligatoria para todos los hermanos así como a los entierros y misas de entierro, la asistencia a la misma bajo pena de cincuenta céntimos.
Quinta.- Para todos cuantos actos, procesiones, entierros o demás que se celebren por los hermanos y para bien de sus almas, saldrán las insignias
y hachas.
Sexta.- Por cada hermano que fallezca se aplicarán dos misas y una por cada hermana, por el estipendio hoy vigente de dos pesetas o bien el que en lo sucesivo pudiera establecerse.
Séptima.- Los señores mayordomos, el señor cura y hermanos que voluntariamente quieran asistir, se reunirán en Cabildo el siguiente domingo al de San Antonio para formalizar las cuentas del ejercicio anterior y en el mismo día se designará, por orden riguroso de lista, al Mayordomo para el año siguiente, a quien se le entregarán los fondos que haya en existencias y la Cera para atender el altar del Santo.
Octava.- Aquéllos que no figurando en la lista de hermanos, deseen pertenecer a la Cofradía, lo solicitarán verbalmente del Mayordomo en cualquier día del año y desde que sea admitido tendrá las mismas obligaciones y derechos que los demás. Como cuota de entrada abonarán una peseta.
Novena.- La tarta, que todos los años ha de hacerse y salir en la procesión, se distribuirá por partes iguales entre los hermanos y por cada tajada se abonarán dos pesetas y si con su valor y los mandos de la procesión juntamente con la cuota que ha de abonarse de dos pesetas el hermano y mitad la hermana, en concepto de gastos de hermandad, no hubiera bastante para atender a cuantos sean necesarios, se pagarán entre todos por repartimiento que se girará el día de la formación de cuentas. Si hubiera sobrante, se invertirá en aquello que acuerden los también en dicho día reunidos.
En San Cristóbal de Cuéllar, a 15 de mayo de 1921
El Abad | Los Mayordomos | El Secretario |
---|---|---|
Clemente Baeza | León Viloria | Gregorio de Pedro |
Valerio Zarzuela | ||
Venancio Casado |
Han pasado los años y siempre se ha celebrado la festividad. Sorprende comprobar que aún en el periodo 1936-1939, con el país envuelto en una rebelión, se siguió celebrando la procesión (sin música en 1937 y 1938) y la festividad del Santo, como dan fe las actas de los cabildos de esos años.
La torta dejó de hacerse en 1933 siendo Mayordomo Luciano San Miguel, no siendo hasta 1980 siendo Mayordomo Ildefonso Zarzuela que esta costumbre se recuperó. Digamos que en 1933 los gastos de la torta fueron de 209 pesetas, siendo de 10750 en 1980 y de 27000 en 1983 (el precio del piñón, base de la confección de la torta, hace disparar el coste total de la misma).
En cuanto a la proporción de los ingredientes, en 1947 se utilizaron 12 de piñón y se gastaron 183 pesetas en la miel. En 1983 se utilizaron 16 kilos de piñón y 10 kilos de miel.
El coste de la torta en 1947 fue de 423 pesetas y en 1983 de 27000.
En la actualidad ha dejado de hacerse la torta siguiendo celebrándose la festividad.
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